16 de enero de 2010

Cuesta muy poco ayudar

El poderoso terremoto de magnitud 7 grados que hace unos días sacudió Haití ha provocado la muerte de miles de personas en lo que empieza a ser ya la mayor catástrofe del país en décadas. El terremoto no sólo ha dejado centenares de cadáveres apilados en calles y carreteras sino que también ha derrumbado decenas de edificios, entre ellos el palacio presidencial y viviendas humildes, con una empobrecida nación caribeña que pide ayuda urgente a la comunidad internacional.
El edificio de cinco pisos que alojaba a la delegación de Naciones Unidas también se derrumbó el martes por el seísmo, el más poderoso en más de 200 años en Haití, de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos. Lo peor se encontraba en la capital, Puerto Príncipe, epicentro del terremoto, y en donde las escenas del caos en sus calles se mezclaban con personas que deambulaban gritando y llorando entre pilas de escombros.
"La noche del 12 al 13 de enero fue, sin duda, la noche más larga para los haitianos golpeados por un terrible terremoto que ha dejado enormes cantidades de víctimas e importantes daños", señala el portal Haiti Press Network.
Tanto Haiti Press Network como la página digital de Radio Metropole describen el panorama en Puerto Príncipe como desolador o dantesco, con "cadáveres abandonados sobre el pavimento" y "destrucciones enormes e indescriptibles" en las edificaciones. "La ciudad es muerte. Une parte de Haití se ha destruido", subraya Haiti Press Network.
El epicentro del seísmo se localizó apenas a 16 kilómetros de Puerto Príncipe, que tiene una población de alrededor de cerca de dos millones de personas, y réplicas de hasta 5.9 grados de magnitud sacudieron la ciudad durante varias horas.
El terremoto fue tan fuerte que se llegó a sentir en la isla de Cuba, donde las autoridades evacuaron a quienes viven cerca de la costa por temor a un tsunami, mientras que en La República Dominicana, país fronterizo con Haití, la población entró en pánico, aunque no hay víctimas.
Los principales problemas con los que se encuentra ahora el país, además de heridos y víctimas mortales, es la falta de comunicación. Las líneas no funcionan y es prácticamente imposible contactar con los supervivientes. Siendo el país más pobre del hemisferio occidental, Haití carece de los medios adecuados para enfrentarse al desastre provocado por semejante seísmo.
De este modo, toda la ayuda que prestemos es poca y, por tal motivo, la Junta de Gobierno de nuestra hermandad ha querido sumarse a ello, por lo que se ha colocado en esta web un enlace directo para toda aquella persona que quiera colaborar a través de la Cruz Roja. Sólo hay que pinchar en el enlace de la columna de la izquierda e indicar cual es el donativo con el que queremos ayudar a la población de Haití. PONGÁMONOS EN SU PIEL. ¡COLABORA!