20 de abril de 2009

Costalera del Amor

(dedicado a la cuadrilla de costaleras del Stmo. Cristo del Amor)

A ti, que estuviste en el Claustro de San Francisco el domingo 5 de abril de 2009 a eso de las seis de la tarde compartiendo nervios y emociones repetidas junto a tus compañeras, previas al descenso más alegre que jamás se pudiera hacer de una rampa en la calle San Francisco.

A ti, que sentiste los pelos de punta cuando el Capataz tocó por primera vez el martillo del Señor del Amor y te tocaba meterte, o, por el contrario, te tocaba hacerlo en la calle San Francisco, con otras compañeras, en un pequeño aplazamiento de lo esperado.


A ti, que tus oídos se afinaban para, una vez más, volver a escuchar la composición “Cristo del Amor” tras la Marcha Real y antes de “Mi nardo moreno”.


A ti, que en cada vuelta, bien fuera andando o sobre los pies, derramabas oficio. Fuerza en cada levantá, arte en cada costero a costero, decisión y confianza en cada tres pasos, elegancia andando siempre al frente, como andan los pasos, y finura a la hora de arriar como nadie lo hace.


Firme ejemplo del oficio en Moguer, tú eres costalera, COSTALERA DEL AMOR, con mayúsculas, porque no puede ser de otra manera.


Recuerda la calle San Francisco a la ida, Flores, Aceña, la finura en lo imposible en la vuelta de las Hermanas de la Cruz, la elegancia andando en la calle Nueva, el arte en la Carrera Oficial,… las levantás por nuestros familiares enfermos, por nuestras madres, por Moguer,… y todas y cada una de ellas fuerte “parriba”.


Recuerda todo ello, recuerda lo que es sentirse costalera bajo el misterio del Señor del Amor. Recuérdalo.

Pero nunca olvides la calle San Francisco de vuelta. NUNCA. Porque ese es el principio de un nuevo Domingo de Ramos.